22 formas de overclockear el cerebro

Autor: Armonth | El lunes 19 de marzo del 2007 @ 14:00.

"Acabo de descubrir que el cerebro es como un ordenador. Por lo tanto no hay gente estúpida, simplemente gente que funciona bajo DOS."

- Anónimo.

El cerebro es un super ordenador de tres kilos. Es el centro de control que dirige tu vida. Está implicado en absolutamente todo lo que haces.

Tu cerebro determina cómo piensas, cómo te sientes, cómo actúas, y cómo te vas a llevar con el resto de la gente. Tu cerebro determina hasta qué clase de persona eres. Determina cómo de inteligente, si eres un borde o si eres amable. Determina cómo de bien te sientes contigo mismo, e incluso con lo que haces en el trabajo o cómo te llevas con tu familia. Tu cerebro también influye en tu estado de ánimo y en tu forma de relacionarte con el sexo opuesto.

Tu cerebro es más complejo que cualquier ordenador que podamos imaginar. ¿Sabías que tienes cien mil millones de células nerviosas en el cerebro y que cada una de esas células está conectada a todas las demás? ¡De hecho, tu cerebro tiene más conexiones que estrellas hay en el universo! Optimizar las funciones de tu cerebro es algo esencial para que puedas ser lo mejor que puedes, ya sea en el trabajo, en tu tiempo libre o en tus relaciones.

Es simple, tu cerebro es el centro de todo lo que haces, todo lo que sientes y piensas, y de todo detalle de cómo te relacionas con la gente. Es tanto el ordenador que controla tu compleja vida como el órgano que alberga tu alma. Y cuando vas a correr, a hacer pesas o haces yoga para mantener tu cuerpo en buenas condiciones, existe la posibilidad de que ignores tu cerebro y confies en que haga bien su trabajo.

Ejercitar la mente tiene un efecto positivo para el cerebro sea cual sea tu edad. Así que aquí tienes 22 formar de incrementar tu poder mental:

  1. Renueva tus células cerebrales.

    Varios estudios sugieren la posibilidad de que aquellos que practican ejercicio físico consiguen un mejor cerebro. Científicos del Instituto de Estudios Biológicos de La Jolla, en California, han descubierto que un ratón que se ejercita en su rueda de correr de vez en cuando dobla la cantidad de células que posee en el hipocampo, la zona del cerebro que se encarga del aprendizaje y la memoria, que un ratón que se pasa el día en su casa sentado hablando en chats sobre el Señor de los Anillos.

    Los investigadores no están seguros de por qué el más activo de los roedores reaccionó de esa forma, pero se posible que la propia voluntad natural de hacer ejercicio le eliminara estrés con sus consecuentes beneficios. Por lo tanto podemos sacar la conclusión de que buscar una forma entretenida de hacer ejercicio en vez de forzándonos a hacerlo nos hace más listos (y de paso más felices).

    Así que dedícate a algún deporte, entrénate para alguna maratón, triatlón o gimcana, o hazlo con un amigo para mantener el interés.

  2. Ejercita tu mente.

    El ejercicio físico no es lo único que hace que aumente el número de células cerebrales. Puedes buscar otras formas de ejercitar otras zonas de tu cerebro, tal y como hacen los pianistas por ejemplo. El profesor de neurobiología Lawrence C. Katz de la Duke University, Philosophiae Doctor, co-autor de "Mantén Vivo tu Cerebro", nos dice que encontrar la forma de aprovechar los aspectos de nuestro cerebro que permanecen inactivos puede ayudar a mantener tanto los nervios de las células como las dendritas, las zonas de las células que reciben información y la procesan.

    Tal y como hacer pesas ejercita nuestros músculos, Katz dice que encontrar nuevas formas de pensamiento y de ver las cosas pueden mejorar el funcionamiento de las zonas inactivas de nuestro cerebro.

    Experimenta nuevos gustos y olores; intenta hacer las cosas con la mano que no utilizas; busca un camino nuevo para ir al trabajo; viaja a nuevos lugares; crea arte; lee novelas de Dostoyevsky; escribe una comedia de situación para Ted Kennedy y Rush Limbaugh (en resumen, que hagas cosas que fuercen a tu cerebro a trabajar).

  3. Pregunta por qué.

    Nuestros cerebros tienden a ser curiosos. Según crecemos y "maduramos", muchos de nosotros reprimimos o negamos nuestra curiosidad natural. ¡Date el lujo de ser curioso! Pregúntate por qué suceden las cosas. Pregunta a alguien que lo sepa. La mejor forma de ejercitar nuestra curiosidad es preguntando "¿Por qué?". Conviérte en tu nueva costumbre el preguntar al menos diez veces diarias "¿Por qué?". Tu cerebro estará mucho más contento y te sorprenderás de la cantidad de oportunidades y soluciones que se te presentarán en la vida y en el trabajo.

  4. Ríete.

    Los científicos nos dicen que la risa es buena para la salud; libera endorfinas y otros poderosos químicos en nuestro organismo. La verdad es que no necesitamos que ningún científico nos diga que reirnos sienta bien. La risa nos ayuda a reducir estrés y a romper con los prejuicios. Reirnos es como una "recarga de pilas" para nuestro cerebro. Ríete más y hazlo con ganas.

  5. Pon cara de pez.

    El aceite Omega-3, que se puede encontrar en las nueces, miel y especialmente en el pescado, se sabe hace tiempo que es muy saludable para el corazón. Pues bien, recientes estudios sugieren que también es buen combustible para el cerebro, y no sólo porque ayude al sistema circulatorio, que es el que transporta el oxígeno al cerebro. Por lo visto también mejoran la función de las membranas que rodean las células cerebrales, de modo que las personas que consumen mucho pescado tienden menos a tener depresiones, demencia, e incluso a sentirse ignoradas.

    Los científicos se han percatado de que ciertos ácidos grasos son esenciales para el correcto desarrollo cerebral de los niños, y que no suelen añadirse a los alimentos infantiles. Es posible que tu estado mental, e incluso tu inteligencia, puedan mejorar con un consumo suficiente de este tipo de aceites.

    Consumir tres raciones de pescado a la semana, tales como salmón, sardinas, atún o caballa puede ser un buen comienzo.

  6. Recuerda.

    Coge un álbum de fotos viejo o el anuario del instituto. Tu cerebro es una máquina de memoria, ¡dale la oportunidad de trabajar! Pasa un rato recordando viejos tiempos. Deja que tu mente se refleje en ellos y te reconforte con emociones positivas, además de crear nuevas conexiones con tus recuerdos para ayudarte en tu vida actual y los retos que se te presenten.

  7. Acaba con las grasas.

    ¿Acaso las grasas "malas" pueden volverte tonto? Cuando investigadores de la Universidad de Toronto empezaron a alimentar a unas ratas con una dieta cuyo porcentaje de grasas era del 40%, estas comenzaron a perder contacto en ciertas funciones mentales, incluyendo la memoria, la percepción espacial y el aprendizaje. El problema se agrava mucho más con una dieta repleta de grasas saturadas, precisamente las que abundan en la carne y los productos lácteos.

    Pese a que nunca vayas a acabar dando vueltas por un laberinto buscando un trozo de queso cheddar, estos resultados se pueden dar por válidos por dos buenas razones: la grasa reduce el flujo de sangre bien oxigenada al cerebro, y puede ralentizar el metabolismo de la glucosa, la forma de azucar que el cerebro usa como combustible.

    Puedes llevar una dieta con un 30% de grasas, eso sí, siempre que la mayoría provengan del pescado arriba mencionado, aceites vegetales, legumbres y verduras. Hagas lo que hagas aléjate de las grasas pesadas, las que abundan en los snacks y aperitivos varios.

  8. Resuelve un puzzle.

    A algunos les gustan los de piezas, a otros los de palabras, a otros los puzzles de lógica... da igual cuales te gusten a ti. Resolver puzzles en tu tiempo libre es una forma estupenda de activar el cerebro y mantenerlo en buenas condiciones. Hazlo por diversión, pero no olvides que estás ejercitando el cerebro.

  9. El efecto Mozart.

    Hace una decada Frances Rauscher, un psicólogo de la Universidad de Wisconsin en Oshkosh, y sus colegas, impactaron en la gente con el descubrimiento de que escuchar a Mozar mejora el razonamiento matemático y espacial. Hasta las ratas atraviesan los laberintos a más velocidad y con más acierto tras escuchar Mozart que tras escuchar cualquier otro ruido o música del compositor minimalista Philip Glass.

    El año pasado Rauscher dió a conocer que, al menos en el caso de las ratas, parace que una sonata de piano de Mozart estimula la actividad de tres de los genes implicados en la comunicación de señales entre nervios y células del cerebro. Este sonido es la forma más armoniosa de aumentar tus facultades mentales.

    Antes de que te pongas a rebuscar entre los CD's, atento a esta advertencia. No todos los que han buscado el efecto Mozart lo han encontrado. Es más, hasta aquellos que lo descubrieron tienden a pensar que la música mejora el poder mental simplemente porque hace que aquellos que la escuchan se sientan mejor (relajados y estimulados al mismo tiempo) y que cualquier otro estímulo similar puede producir el mismo efecto. De hecho hay otro estudio que sostiene que escuchar una buena historia da unos resultados similares.

  10. Mejora tus habilidades en cosas que ya haces.

    La estimulación mental repetitiva está bien siempre que tengas intención de expandir tus habilidades y tus bases de conocimiento. Algunas actividades tales como la jardinería, la costura, jugar a las cartas, leer, pintar o hacer cruzadas tienen su valor, pero fuérzate a aprender nuevas técnicas de jardineria, a coser patrones más complicados, jugar a las cartas contra gente mejor que tú para aprender, leer nuevos autores que escriban sobre nuevos temas, aprender a pintar con una nueva técnica o esforzarte con cruzadas más complicadas. Forzando a tu cerebro a alcanzar niveles superiores lo ayudarás a mantenerse sano.

  11. Se un pensador, no un bebedor.

    La idea de que el alcohol mata células cerebrales es bastante vieja, pero la realidad es un poco más complicada. De hecho, hay un estudio realizado entre 3500 hombres japoneses que bebían moderadamente (una bebida al día) tenían mejores capacidades cognitivas al envejecer que aquellos que no bebían nada. Desgraciadamente eso es válido solo para esa cantidad "moderada", cualquier cosa por encima de eso hace que tu memoria y tu capacidad de reacción bajen drásticamente. Ese mismo estudio nos dice que aquellos que tomaban más de 4 bebidas diarias obtuvieron los peores resultados.

    La tan habitual práctica del "colocón de fin de semana" es igualmente dañina, pese a que se practique un par de días a la semana. Un estudio relaizado en ratas nos descubre que aquellos que consumen grandes cantidades de alcohol tienen menos células cerebrales nuevas en la región del hipocampo justo tras la borrachera, y apenas ninguna un mes después. Esto sugiere que el alcohol no solo daña el cerebro de las ratas, sino que además impide que después se repare (en términos humanos digamos que no esperes aprobar el examen de Mensa precisamente con buena nota).

  12. Juega.

    Dedica tiempo a jugar. Tómate tu tiempo para ello. Juega a las cartas. Juega a videojuegos. Juega a juegos de mesa. Juega a las sillas. Juega a las batallitas. Da igual a qué jugues, ¡juega y punto! Es bueno para tu espíritu y bueno para tu cerebro. Da la oportunidad al cerebro de ser estratégico y eso lo mantiene en marcha.

  13. Duérmete en los laureles.

    Echar un vistazo a información importante y después echarte a dormir hace que la capacidad de retención aumente de un 20 a un 30%. Puedes dejar en la mesita de noche aquello que quieres recordar para tenerlo a mano, si es que no te impide dormir. Si no puedes dormir porque no dejas de dar vueltas a alguna cosa, escríbelo varias veces, de esa forma lo "sacas" de tu mente y podrás dormir (ya sabes, papel y lápiz siempre a mano).

  14. Concentración.

    La concentración puede incrementar tu capacidad mental. Obvio, supongo, aunque aquello que te quita la concentración no siempre lo es. Aprende a darte cuenta de cuando te distraes. A veces es algo subconsciente. A lo mejor es tan simple como tener que hacer una llamada por la tarde sin olvidarte y eso te mantiene distraído toda la mañana, impidiendo que pienses con claridad, aunque no te des cuenta de ello.

    Acostúmbrate a pararte a preguntarte "¿En qué estuve pensando?". Identifícalo y plántale cara. En el ejemplo que he dado arriba, si no vas a poder hacer la llamada, déjalo para el día siguiente, de modo que tu mente se quede a gusto con ello. Eso hace que estés mucho más relajado al haberlo admitido y podrás pensar con más claridad. Usa esta técnica desde ya mismo.

  15. Haz el amor, hazlo por tu cerebro.

    En una serie de estudios realizados por el Doctor Winnifred B. Cutler y sus colegas de la Universidad de Pennsylvania y más tarde en la Universidad de Stanford, se descubrió que el contacto sexual tiene un importante impacto en el bienestar emocional y físico de las mujeres. El contacto sexual con su pareja al menos una vez a la semana las hace más fértiles y les ayuda a tener un ciclo menstrual más regular, menstruaciones más cortas, una menopausia más tardía, mayor cantidad de estrógenos y un envejecimiento más ralentizado.

    Varios estudios cerebrales realizados en UCLA han demostrado que la reducción de los niveles de estrógenos está asociada al decrecimiento de la actividad cerebral y a los fallos de memoria. El aumento de los niveles de estrógenos en las mujeres por mediación del sexo mejora su actividad cerebral y su memoria.

    En el estudio del Doctor Cutler se demuestra que llegar al orgasmo no influye, siempre que el sexo fuera con otra persona. Los lazos íntimos y emocionales tienen posibilidades de ser los factores que influyen en los aspectos positivos del sexo. Como psiquiatra me he encontrado a muchas personas que utilizan el sexo como medio para expresar dolor, enfado o desaprobación. El estudio del Doctor Cutler sugiere que esto es por auto-defensa. Cuanto más te contengas, peor para ti. Hacer el amor apropiadamente es la fuente de la juventud de tu cerebro.

  16. Juega con pasión.

    Si no te sientes realizado no podrás hacer grandes cosas. Cuando la gente crece mediante el aprendizaje y la creatividad, se sienten mucho más realizados y dan un 127% más de si mismos en el trabajo. Disfruta de ti mismo y disfruta del mundo. Recuerda todas esas cosas que te encantaban hacer cuando eras niño y aplica la esencia de esas cosas al trabajo. Es la clave de tu genialidad, de tus talentos naturales y dones. Da Vinci, Edison, Einsteins y Picasso eran grandes amantes del juego y la exploración.

  17. Ciclos de conciencia.

    Tu conciencia aparece y se desvanece a lo largo del día. Para la gran mayoría parece ser que son ciclos de 90 minutos, con 30 minutos de baja conciencia. Procura observarte para descubrir en qué momentos estás en esos ciclos. Si aprendes a reconocer y controlar tu estado mental, podrás dedicar los momentos de más lucidad a las cosas más importantes. En cambio para aplicar la creatividad a un problema haz lo contrario, dedícate a ello en los momentos en los que tu mente está menos lúcida.

  18. Aprende a hacer algo nuevo.

    Esto puede parecer bastante obvio. Sí, cuando nos esforzamos en aprender cosas nuevas nuestro cerebro despliega todo su potencial. Puede que haya algún tema en el trabajo o en tus aficiones sobre lo que quieras aprender más. Estupendo.

    Adelante, aprende sobre el tema. Si no se te ocurre nada ahora mismo intenta por ejemplo aprender vocabulario nuevo todos los días. Hay una importante correlación entre el vocabulario y la inteligencia. Cuanto más vocabulario tenemos, más formas de resolver los problemas encuentra nuestra mente al asociar mejor las ideas. Esfuérzate por aprender. Es una de las mejores formas de mantener el cerebro lleno de energía.

  19. Escribe para que te lean.

    Soy fan de escribir en un blog para capturar ideas y pensamientos. Por supuesto, escribir para uno mismo también tiene su valor. Yo he descubierto que mi cerebro se estimula mucho al escribir para que me lean. El mayor beneficio de escribir es que expande tu capacidad cerebral. Encuentra nuevas formas de escribir para que te lean, ya sea escribiendo algo a tus amigos, o empezando un blog, lo que sea, pero hazlo.

  20. Prueba la Aromaterapia para reactivar tu cerebro.

    Un día, según me estaba quedando dormido escuchando una de esas contribuciones interminables en una conferencia, de repente se me activó el cerebro de golpe al notar el olor a limón de la colonia de alguno de los presentes. Inmediatamente me puse alerta y me resultó mucho más sencillo presta atencion al orador. He descubierto que la aromaterapia es realmente útil y desde entonces la uso para revitalizarme o relajarme.

    Como revitalizantes incluyo a la menta, el pino o el limón. Como relajantes el incienso, el geranio o las rosas. Unas gotas de aceites de esencia en un difusor en el baño hacen maravillas. También puedes probar a poner un poco en un trozo de algodón e inhalar. Un consejo para tu puesto de trabajo: asegúrate de que no hay nadie alérgico a ellos cuando los vayas a usar.

  21. Drogas que aumentan tu capacidad cerebral.

    El café y otras bebidas con cafeína ayudan considerablemente a los estudiantes a conseguir mejores resultados en los exámenes. Como la cafeína constriñe los vasos sanguíneos del cerebro, los efectos a largo plazo sobre tus capacidades mentales no están muy claros. Por eso es mejor que pruebes con gingsen o té de hierbas. El Gingseng ha demostrado su capacidad de mejorar el riego sanguíneo y la concentración.

  22. Crea una red de confianza mental.

    Rodéate de gente que te inspire confianza en una amplia variedad de campos de modo que te animen a estimular tu creatividad. Lee revistas sobre temas variados. Haz conexiones entre la gente, lugares y hechos para descubrir nuevas oportunidades y para encontrar soluciones a tus problemas.

Recuerda que no importa qué edad tengas o a qué te dediques: tu cerebro necesita desafíos constantes para alcanzar sus límites de rendimiento. Ya sea resolviendo puzzles de lógica, memorizando frases de Shakespeare o aprendiendo a hacer algo nuevo, pero mantén ocupado el cerebro, de lo contrario acabará más oxidado que un coche en un vertedero.

Comentarios